Cocinas – cómo distribuirlas para sacarles el máximo partido
Las cocinas están cada vez más, recuperando ese espacio que quizás habían perdido de verdadero corazón de las viviendas. Son un poquito la joya de nuestro hogar.
Vivimos en un país que ha demostrado que le encanta la gastronomía. Gracias a la tele y a tanta gente que empezó a hacerlo por obligación en el día a día, también sentimos orgullo de saber elaborar lo que llevamos a la mesa. Esto va a más, me quedo ojiplática viendo a los peques como se manejan con los cuchillos. Mérito de una generación de padres que se relaja entre cacerolas junto a sus hijos. Acompañan a esta tendencia, el interiorismo y la tecnología. Hornos que nos dan la receta en su pantalla táctil y esos muebles iluminados por dentro nos encantan. Ya no solo disfrutamos comiéndonos un plato maravilloso, también lo hacemos del viaje hasta conseguirlo, de la elaboración.
En muchos casos me encuentro con clientes que hacen su gran inversión precisamente en la cocina. Voy a intentar contaros, qué conceptos hay que tener claros a la hora de diseñar la que siempre hemos soñado en cuanto a distribución. Las calidades y las estética irán por separado en otros post por tratarse de temas muy densos.
Espacio con el que cuento
Antes, lo primero que pensábamos cuando hablábamos de una cocina «americana», es decir, abierta al salón, era en los olores pero, hoy por hoy los estractores de humo han mejorado y el estar en el «ajo» de tu vida familiar en vez de solo en la cocina, en general nos compensa y mucho. Así que es interesante que antes de nada estudiemos si queremos destinar una habitación para la cocina o nos vamos a espacios más actuales y lo unimos al salón-comedor, haciendo de la parte de día de la vivienda un único ambiente.
Una vez lo tengamos claro, debemos decidir cuanto espacio dedicarle y obtendremos un largo por un ancho, sabremos los m2.
Importante tener una entrada-salida bien definida y cómoda. Haya paredes o no, de la cocina se tiene que poder entrar y salir de manera fluida, debemos tener eso decidido y claro para continuar.
Paramentos verticales y horizontales – Suelo, paredes y techo
Llegados a ese punto hay que plantearse el estado actual y estético del suelo, las paredes y el techo. No nos olvidemos de los techos que son importantes. A veces nos gustan nuestras paredes alicatadas desde hace 20 años, pues fenomenal pero, antes de colocar en ellas los muebles deberemos de saber si están en condiciones de seguir aguantando otros 20 pues seguramente eso es lo que esperamos del flamante mobiliario que vamos a estrenar y es un engorro y un gasto que te tengan que desmontar una cocina porque las baldosas se caen o porque el suelo está horrible.
Con las puertas y ventanas lo mismo. Te crees que no te llevas un trozo de pared al cambiar una puerta hasta que lo haces. Si no hay más remedio, es como todo, pero si lo podemos valorara antes mucho mejor. Cambiar estos detalles significa obra y es mejor tenerlo claro antes de empezar a elegir mobiliario.
Estaréis pensando aquello de, pero si yo solo quería cambiar la cocina. Pues eso, la cocina es todo y los sustos vienen luego si no tenemos clara nuestra realidad.
Plantearse para cuantas personas vamos a cocinar y el uso que le vamos a dar
No es lo mismo cocinar un día a la semana para 15 que, tener un uso diario de una cocina para tres. Muchas personas reciben en su casa y necesitan que la cocina responda los días de uso más intensivo.
Hay que tener en cuenta también si necesitamos o queremos una zona para el desayuno, la comida o la cena, es decir, una barra o un comedor pues hay que destinarle los metros necesarios.
No soy partidaria de duplicar usos en las viviendas a no ser que estemos hablando de casas realmente grandes. Es preferible tener espacios más amplios que cumplan el máximo de funciones posibles, que varios pequeños destinados a lo mismo pero, igual nosotros somos de los que nos da la felicidad tomarnos la tostada y el café en la cocina. Una de las cosas mejores de mi trabajo es aprender sobre las costumbres del ser humano, afortunadamente, somos todos muy distintos, esto si que daría para un post.
Zonas y equipamiento
Básicamente una cocina se compone de estos departamentos:
Zona de elaboración o trabajo – es donde pelamos las patatas o fileteamos un pescado. Normalmente es la encimera, espacio que por cierto, muchas veces está lleno de miles de cosas que bien podrían estar igual de a mano pero en un armario.
Almacenamiento de utensilios de cocina – los hay para todo, gavetas hondas para las cazuelas, para los tuppers, para las ollas, grandes cajones para los cuchillos o para la pala de darle la vuelta al estofado. Uno de los favoritos de todo el mundo es el de los utensilios pequeños que sirven para algo maravilloso que usamos una vez al año y ¿porqué?; pues porque es el mejor, el más inspirador.
Despensa alimentos – En este apartado entraría, la nevera, el congelador , la despensa y el especiero. Una despensa cómoda no tiene que ser profunda a no ser que el mueble sea extraible porque tendemos a consumir lo que tenemos mas a mano. La vinoteca se podría incluir casi en la zona de menaje pues está, al igual que un cubierto, para dar servicio al comedor más que a la cocina pasando justo lo contrario con el especiero.
Cocción y extracción de humos – La zona de cocción se compone básicamente de la placa de fuegos, el horno y el microondas. A esto le podemos añadir un wok, una plancha, un teppanyak, un baño maría y miles de accesorios diríamos que secundarios que, en muchos casos nos aportan felicidad, son el capricho. Si tenéis poquito espacio funcionan muy bien los hornos que son a su vez microondas, el único inconveniente es que si el horno está caliente porque lo acabamos de usar, el microondas no se puede utilizar en ese momento.
En cuanto al extractor lo más importante sería que fuera lo más silencioso posible, es la gran diferencia cuando vemos dos muy parecidos y uno vale el doble, casi seguro que es por este motivo. Hay extractores invisibles, que se empotran en el techo o incluso en la propia encimera o todo lo contrario, aparatos estéticamente bonitos que parecen, con todos los respetos, casi esculturas futuristas. Hay unos que son lámparas que no sirven para la cocina, son más de limpiar el aire del cigarro de después de comer que se instalan encima de la mesa.
Limpieza – el fregadero y el lavavajillas. Está claro que independientemente de si está incrustado o de si de acero o Silestone, si hay espacio siempre mejor dos senos que uno. Sin risas. Que la grifería sea extraible, es una gran comodidad. Un detalle que estéticamente se agradece es incrustar en la encimera al lado del fregadero un dispensador de jabón de lavar los platos, el agujerito lo hace el marmolista in situ. Un mueble que me parece muy práctico y que encima tiene doble uso es el escurreplatos. Tengo la sensación de que gusta poco y yo solo le veo ventajas. El hecho de poner los platos en vertical y poder acceder a cualquier de ellos y no tener que mover para eso una pesada pila ya me parece lo mejor y encima puedo, si he lavado a mano, guardarlo directamente mojado.
Desperdicios – Es la zona destinada a la basura. Hoy en día veo cantidad de casas que tienen su cubo de basura maravilloso y cuatro bolsas de plástico, contendores o cubos por en medio porque están reciclando. Un cajón con tres cubos soluciona este problemas. Hay unos con pedal, con los que no hay ni que tocar la puerta con las manos sucias que se cierran con un golpe de rodilla. Otra cosa es el triturador de basura, sirve para los desperdicios orgánico y está en el propio fregadero. Los tiras por el fregadero y una trituradora que está entre el desagüe y la tubería se encarga de dejarlo hecho papilla, como será el aparato que para su buen mantenimiento recomiendan de vez en cuando tirar por ahí los cristales de una botella de cerveza que, una vez triturados arrastran la porquería que puedan quedar en el aparato. Mi opinión, comodísimo, no es demasiado caro cuando hablamos de equipamiento para una cocina pero, me parece poco ecológico.
Almacenamiento de menaje – Tratar de ser consciente de lo que tenemos y del uso que le damos es necesario para aprovechar el espacio al centímetro. Una balda para copas no tiene porque ser del mismo tamaño que otra para los botes de conservas.
Barra o comedor – Si alguna de estas opciones nos apetece, hay que guardarle un espacio, un buen espacio. El ratito que nos sentamos debe de ser placentero y acogedor. El concepto de mesa de la cocina está desapareciendo como tal y los comedores que se ven dentro de estos espacios cada día son más bonitos. Una iluminación adecuada y si hay ventana puede pues cerca.
Pequeño electrodoméstico o calentador – Lo ideal es, como he dicho antes, despejar la zona de trabajo y para ello cuantos más «trastos» estén guardados en los armarios mejor. Una buena solución son los armarios que tiene en su interior enchufes y que puedes usar sin tener que sacar, ir al enchufe y volver a guardar sino que ni por un segundo dejan de estar a mano y guardados. Lógicamente su altura de colocación tiene que ser más o menos la de trabajo, como la encimera. En muchas viviendas el calentador se instala en la cocina, afortunadamente han mejorado mucho, ocupan menos espacio que antes y su consumo es menor. De los eléctricos, por ejemplo, los hay de dos depósitos más pequeños y fáciles de calentar.
Distribución de los espacios
En este momento que ya sabemos más o menos cuanto ocupará cada zona de nuestra cocina viene lo más complicado. Distribuirlo de manera eficiente.
Las piezas de una cocina son como un rompecabezas, a grandes rasgos, el puzzle se resolvería más o menos así:
Vamos a lo fácil primero:
El menaje y lo que vaya a dar servicio en el comedor debería de estar cerca de la salida.
La zona de cocción puede ir más al fondo, sobretodo por seguridad, mejor no tener que pasar mucho por detrás de donde se está cocinando y porque es una zona de «larga estancia» donde lo que nos interesa es tener cerca la zona de manipulación de los alimentos y la materia prima.
Si la zona de trabajo está entre el fregadero y la zona de cocción podemos por ejemplo, limpiar la verdura, cortarla en la encimera y directamente sin gotear toda la cocina ponerla en una cazuela y al fuego.
Como en una nevera hay comida y bebida sabemos que puede ir cerca o de la salida o de la zona de preparación. Personalmente me decanto por la zona de preparación porque creo que se sacan menos bebidas que comida, que cocinando se abre y se cierra mucho pero queda un poco al gusto. Cuando vamos a por las bebidas la cocina ya debería de estar despejada porque se sacan lo último pero en muchos casos se opta por ponerla justo en la entrada.
Como de la mesa y de los fogones nos viene suciedad, la limpieza más o menos en el medio. No olvidemos que la misma grifería que limpia un plato también limpia un pescado y que los cubos de basura tienen que estar tocando el fregadero. Si hablamos de higiene, por ejemplo en los restaurantes, por normativa, los platos sucios no pueden entrar hasta las zonas de cocción. Entiendo que es exagerado en el caso de una vivienda pero si os lo imagináis a nivel industrial es más fácil de visualizar.
La iluminación y la electricidad
Una correcta iluminación sería una buena luz general e iluminación directa sobre la zona de elaboración y la de cocción. Hoy en día no hace falta irnos a luminarias frías y blancas como los antiguos fluorescentes, las hay que cumplen perfectamente la función de iluminar los alimentos y las zonas de trabajo que son más cálidas y nos harán sentir mucho más a gusto además de consumir muy poco.
La iluminación decorativa puede ser solo eso, decorativa e iría desde una bonita lámpara hasta una tira de luces debajo del mobiliario. Solamente detalles de iluminación que mejoren lo que ya tenemos, aquí deberíamos de intentar contenernos. ¡Cuanto nos gusta una tira de led!
A tener muy en cuenta los puntos de corriente. Tened en cuenta que hay multiplicadores que se empotran en la encimera y como ya os he contado más arriba, también se pueden colocar enchufes dentro de los armarios, así no hay que sacar los electrodomésticos sino abrir la puerta y acceder.
Elegir un estilo y las calidades
Escoger el estilo que nos gusta y a partir de ahí decidir las calidades y materiales. O al revés. Primero tener claras las calidades, luego el estilo y por último los materiales.
Como he dicho al principio, estos temas merecen post a parte y eso haré. Me comprometo a ir profundizando en cada uno de ellos próximamente.
Aunque contrates a un profesional debes de tener claros algunos puntos, sobretodo tus necesidades y objetivos. No existe un buen diseño sin un cliente a la altura.
Pongo el Puntoyseguido
Las fotos son de Bolig Magasient, Design Sponge, Devol, Apartment Therapy, Revista Ad Mexico, Pinterest